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TAUCCAMARCA

25 Octubre 2001

CAMPESINOS DE TAUCCAMARCA DEMANDAN A BAYER

El 22 de Octubre de 1999, 24 niños de la comunidad cuzqueña de Tauccamarca murieron al consumir el desayuno escolar, contaminado con un plaguicida órganofosforado. Dos años después, un grupo de pobladores ha presentado una demanda contra la empresa Bayer: según las investigaciones periodísticas, el producto ingerido por los niños era Folidol, fabricado por esta empresa. El año pasado, Bayer optó por retirar dicho producto del mercado y el Estado peruano lo prohibió, pero entonces era de libre comercialización en las zonas andinas del Perú, a pesar de estar prohibido en países vecinos como Chile y Ecuador.

Bayer sostiene que la venta de Folidol se basaba en las leyes peruanas, pero la demanda elaborada por los abogados del Instituto de Defensa Legal insiste en que la empresa conocía que su producto estaba siendo comercializado en una zona donde los campesinos tienen un alto grado de analfabetismo y desconocimiento de castellano. Por tanto, era imposible que pudieran leer las advertencias o instrucciones respecto al manejo de los plaguicidas tóxicos. Además, muchos de estos productos tienen externamente gran similitud con leche en polvo y otros productos de consumo humano, por lo que es altamente probable que un niño o una persona sin instrucción pueda confundirse y sufrir una intoxicación. Es por ello que los campesinos de Tauccamarca han solicitado de la empresa Bayer una importante indemnización.

Aunque Bayer ha retirado el Folidol del mercado peruano, sigue vendiendo el plaguicida Tamaron, que también es un órganofosforado y ha causado varias intoxicaciones. De igual forma, a comienzos de octubre Bayer adquirió la división de protección de cultivos de la empresa Aventis, precisamente la misma que elabora el plaguicida Temik, ampliamente usado en los Andes peruanos.

Precisamente, es preocupante que muchos de los productos agrícolas que consumimos, pueden estar expuestos a plaguicidas órganofosforados. De hecho, una reticencia frente a los productos peruanos en el extranjero es el lógico temor de que estén contaminados.

Evidentemente, no hay sólo una responsabilidad de los laboratorios: DIGESA, SENASA y el Ministerio de Agricultura se encuentran también demandados. Este último debería prohibir de forma definitiva la venta de los productos mencionados y de otros plaguicidas tóxicos como:

-Folque, distribuido por la empresa anglo-alemana BASF.
-Alrin y Herbaxone, elaborados por la empresa nacional Tecnología Química y Comercio.
-Gramoxone, distribuidos por la empresa británica AgroKlinge.

Lo que se está pidiendo no es imposible. El año pasado se prohibió la venta del plaguicida Kuro Wañuchiq, elaborado por Serfisa a base del mortal Lindano.

La demanda de los campesinos de Tauccamarca contra Bayer es también una advertencia para estos laboratorios, quienes aún sin una intervención estatal, deberían suspender la venta de esos productos.

Finalmente, como señala la Red de Acción en Alternativas al Uso de Agroquímicos, el Ministerio de Educación debería disponer que en ninguna escuela en zonas urbanas o rurales puedan almacenarse plaguicidas o insecticidas. De esta forma, se evitará que muchos niños mueran o queden gravemente intoxicados.

Esperemos que la demanda judicial hacia la empresa Bayer y las entidades públicas involucradas contribuya a generar mayor conciencia en la población e impedir que más muertes se produzcan por estos plaguicidas.