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Imidacloprid

Terra, 17 diciembre 2013

Bayer, Syngenta: La Unión Europea percibe sobre el factible peligro para la salud de dos insecticidas

Las autoridades sanitarias europeas advirtieron el martes de que dos insecticidas, entre estos un químico largamente utilizado creado por Bayer, pueden afectar al progreso del intelecto humano y debieran estar más controlados para recortar la exposición humana.
Los productos – acetamiprid e imidacloprid – pertenecen a un tipo celebre de insecticidas denominada neonicotinoides, de los que se ha conversado últimamente debido a su conexión con la menguante población de las abejas. El imidacloprid es uno de los insecticidas más utilizados en el planeta.
La Unión Europea votó en abril a favor de prohibir tres neonicotinoides – entre estos el imidacloprid, creado primordialmente por Bayer – durante dos años ante la preocupación por la salvaguardia y el medio ambiente.
En el paso dado el martes, la Autoridad Europea de Protección Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) aconsejó bajar los niveles recomendables de exposición para los productos en tanto se ejecutan más investigaciones para lograr apuntes más fiables sobre la denominada neurotoxicidad del progreso.
“Acetamiprid e imidacloprid pueden afectar al progreso de las neuronas y las estructuras cerebrales ligadas con las utilidades como el aprendizaje y la memoria”, habló la EFSA en un aviso desde su sede en Roma.
“Algunos niveles de señal actuales para una exposición aceptable al acetamiprid y al imidacloprid pueden no ser aptamente protectores para salvaguardar de la neurotoxicidad del progreso y debería disminuirse”, habló.
Un director de la Comisión Europea, que solicitó a la EFSA que ejecutase la evaluación, habló que daría a Bayer y a los creantes del acetamiprid una oportunidad para opinar el hallazgo.
“En principio, el siguiente paso sería modificar los valores de señal”, habló el director de salud de la Comisión Frederic Vincent, incorporando que los responsables de la Unión Europea comenzarían el procedimiento en una conversación en marzo.
Como réplica, la división CropScience de Bayer habló que no hay conexión entre el imidacloprid y la neurotoxicidad del progreso en humanos, y habló que la EFSA ha fundamentado su preocupación en un estudio de 2012 no concluyente que utilizó tests en cultivos de células de ratas.
“La propia EFSA reconoce las restricciones de esa información. Bayer CropScience así mismo ha evaluado la información y puede asegurar que se pueden retirar escasísimas conclusiones de ella”, habló en un aviso.