12 octubre 2011, publicado por Ezeqdb — A fines del siglo XIX se sintetizó por primera vez la heroína, que comenzó a utilizarse por sus efectos analgésicos y depresores del sistema respiratorio y los centros de tos. Una de las compañías más grandes que lo comercializaba era Bayer, y desconozco realmente qué tipo de experimentos habrán realizado para llegar a esas conclusiones (sin llegar a ver el resto de los efectos), pero lo promocionaban como un medicamento bastante multifacético, capaz de curar desde la tos hasta el catarro y la bronquitis, en niños y adultos. De hecho, tiene ese nombre porque se la consideraba una sustancia heroica debido a la amplitud de efectos que tenía.
Uno de los detalles curiosos, es que se la comercializaba como un reemplazante no adictivo de la morfina, droga que si bien no estaba prohibida, sí estaba muy mal vista por los médicos en ese momento porque ya se conocían sus efectos adictivos. La morfina, por su parte, se había creado algunos años antes con la idea de reemplazar algunos efectos analgésicos del opio y ser menos adictiva.
Con el pasar de los años, se descubrió que la heroína se transformaba en morfina cuando llegaba al hígado, y en otras sustancias que la hacían más adictiva y perjudicial incluso en plazos relativamente cortos. Por esto, Bayer se dio cuenta que tarde o temprano los llevaría a la ruina e inteligentemente eliminó a la heroína de su producción en 1913, quedándose sólo con la aspirina como droga emblema de la casa. También intentó evitar que quede como una mancha en su historia, y en parte lo logró, ya que sólo se lo recuerda como una curiosidad.
En los siguientes años, la heroína junto con muchas otras drogas, siguió un camino que la convirtió en algo mucho más dañino: la ilegalización. Algo que no sólo no evita que la gente pueda consumirla, sino que genera mercados ilegales en donde se crean mafias que cometen todo tipo de delitos. Se pudo conseguir legalmente de diferentes laboratorios en Estados Unidos hasta los años ’50 y Alemania hasta 1971. A partir de donde tuvo que detenerse cualquier tipo de investigación que la utilice.
Para quienes suelen decirme que recibo dinero de las farmacéuticas para que hable mal de la Homeopatía, ahora saben que por lo menos no de Bayer. O tal vez sólo sea una campaña de distracción ¿no? La conspiranoia da para todo.